Un Informe anual de Carreteras publicado en 2018 ponía de relieve como las necesidades de movilidad de las personas que se desplazan caminando o en bicicleta, a menudo la mayoría de los habitantes en una ciudad, siguen sin tenerse en cuenta.
Se trata de una incongruencia que sucede a pesar de los evidentes beneficios que supone invertir en peatones y ciclistas ya que pueden salvar vidas, ayudan a proteger el medio ambiente y a reducir la pobreza.
Satisfacer las necesidades de estos ciclistas y peatones sigue siendo, por tanto, crucial para solucionar los problemas de movilidad de las ciudades, para mitigar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero debido al crecimiento de la población y para mejorar la calidad del aire y la seguridad vial.
Hoy celebramos el Día Mundial de la Bicicleta que tiene como principal objetivo dar más protagonismo a un medio de transporte como es la bicicleta y que el mismo pueda servir para paliar un poco la crisis del mundo actual debido a la contaminación y al cambio climático que está experimentando el planeta.
A la hora de señalar los antecedentes de esta fecha saludable hay que tener en cuenta que fue en abril de 2018 cuando la Asamblea decidió declarar el 3 de junio como la fecha simbólica de celebración del Día Mundial de la Bicicleta. Entre los que promovían esta celebración figura la Alianza Mundial de Ciclistas (WCA), una iniciativa de la Federación europea de ciclistas (ECF).
Entre las diferentes postulados defendidos en esta declaración destacan:
- Este Día Mundial anima a los Estados Miembros a que presten una atención especial a la bicicleta en las estrategias de desarrollo intersectoriales y a que incluyan en las políticas y los programas de desarrollo internacionales, regionales, nacionales y subnacionales.
- Invita a los Estados Miembros a mejorar la seguridad vial y a integrarla en la planificación y el diseño de infraestructuras sostenibles de movilidad y transporte, en particular mediante la adopción de políticas y medidas dirigidas a proteger y promover activamente la seguridad peatonal y la movilidad en bicicleta, con el fin de obtener resultados más amplios en materia de salud, en particular la prevención de lesiones y enfermedades no transmisibles.
- Les anima a adoptar las mejores prácticas y los medios para promover la bicicleta entre la sociedad. A este respecto, ve con buenos ojos las iniciativas para organizar marchas de bicicletas, tanto nacional como localmente.
- Alienta, además, a los interesados a promover el uso de la bicicleta como medio para fomentar el desarrollo sostenible, reforzar la educación de los niños y los jóvenes, incluida la educación física, promover la salud, prevenir las enfermedades, fomentar la tolerancia, el entendimiento y el respeto y facilitar la inclusión social y la cultura de paz.